Un elevado ritmo de trabajo desde que debutara el año pasado, así como el hecho de lucir palmito en las productoras estadounidenses más renombradas, le han permitido a Kenzie Anne llamar la atención en la industria pornográfica desde sus inicios, optando siempre por la vertiente más glamurosa de este subgénero que aquí tratamos. De hecho, filmó un contrato exclusivo de seis meses con Vixen Media Group en los albores de su carrera, de ahí que se le haya podido ver en una suerte de coitos sofisticados para Blacked, Blacked Raw, Deeper, Slayed y Vixen. Y es que a una chica con aires de diva como Kanzie no la veremos follando en un sofá de escaich en una sórdida escena de bajo presupuesto. Al menos, no va con sus pretensiones, según ha manifestado en alguna ocasión. Por tanto, no es de extrañar que haya estrenado su culete (aparentemente operado, al igual que sus tetas y labios) en el sello del grupo Vixen que le quedaba por explorar: Tushy.
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