Lo demuestra en cada escena, Adriana Chechik es una de las grandes del circuito yanqui. Una pornstar con un temperamento y un poderío fuera de lo común que la sitúan en la élite de este oficio, al menos en lo que se refiere a la industria estadounidense, donde es casi imbatible. Se me vienen a la cabeza actrices como Gia Derza o la propia Emily Willis, que parecen seguir la estela de Adriana Chechik a la hora de tener un gran sentido del espectáculo y de dar rienda suelta a una pasión desatada ante las cámaras, pero Adriana Chechik sigue estando unos cuantos peldaños por encima.
Ganbang extra (DAP)

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