En un mundo como el porno que evoluciona de forma clara a medida que pasan los años y que en su profesionalización progresiva nos trae cada vez a mujeres más perfectas y fabricadas a medida del gusto del consumidor, no es fácil dar con señoritas que tengan algo distinto, y mucho menos fuera de las clásicas muñecas hinchables de curvas talladas en una mesa de operaciones de Beverly Hills, en el mejor de los casos. Por eso me llama la atención la rubita Britney Young: no es especialmente guapa, tiene un cuerpo un tanto contrahecho y un pecho bonito pero sin grande alardes. Y aún así, nadie se resistiría a su encanto.

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