No es que pueda presumir de curvas espectaculares, pero es extremadamente atractiva y, lo más sorprendente, bajo ese aspecto frágil es capaz de transitar por las sendas más rudas y exigentes del negocio, sin desdeñar apariciones en metrajes de porno más frugal como el glamcore o el sofcore. Y es que es una actriz muy polivalente, también infravalorada, que tiene ya casi medio millar de escenas en su haber (inició su carrera en el 2016 a los 20 años), entre ellas dobles penetraciones, dobles penetraciones vaginales y dobles penetraciones anales. En este sentido, el culmen cerdo de su carrera fue cuando se rodó este artefacto de Evil Angel, donde se sometió, ni corta ni perezosa, a una DPA y una DPV en la misma escena. Poca guasa con esta flaca.
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