Una cosa es la gerontofilia, que ahí no nos vamos a meter con los gustos personales de nadie, y otra es que tu novia tenga edad como para ser tu bisabuela o incluso tu tatarabuela. Lo de Kyle Jones, de 31 años, es pasión por la experiencia: su novia desde hace cinco años se llama Marjorie McCool y tiene 91 primaveras de nada. La relación, aseguran, es tan sentimental como física, pero parece que a su edad la pobre Marjorie ya no puede seguirle el ritmo a su joven semental.
Así que Kyle solucionó esto por la vía rápida: haciéndose bígamo. Su otra novia se llama Anna Ronald, la conoció en una web de citas, y es una activa jovencita de solo 68 años que parece muy feliz con la dualidad de su chico mientras cumpla con su afición favorita: follar ruidosamente.
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