Hace unos días alguien publicaba en varios lugares de la red un breve vídeo en el que se veía a una hermosa señorita masturbándose frente a una cámara con toda tranquilidad y echando mano de instrumentos en lo que parecía la terraza de un centro comercial lleno de gente. La inmensa mayoría de comentarios señalaba que se trataba de un fake, probablemente un croma muy bien utilizado, pero además de ese hay otros ejemplos que no tienen trampa ni cartón: damas haciéndose dedos en mitad de tiendas y centros comerciales, excitadas de pura adrenalina. Algunas incluso acaban pilladas y teniendo que vestirse corriendo. En estos tiempos de dura competencia entre las camgirls, está claro que el factor riesgo y atrevimiento es muy importante.
Las auténticas

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