Dos británicas pelirrojas de la misma edad (27 años) y físicos parecidos, decidieron conquistar recientemente el gran manubrio de un estadounidense muy conocido en la industria del porno gringa, el gigantón Dredd. Ambas, Scarlett y Lola, voluptuosas e imponentes, cumplieron con su objetivo; asaltaron los aposentos del afroamericano y montaron su descomunal entrepierna con éxito. Lo cierto es que Dredd no se resistió, sino todo lo contrario, por lo que su anaconda se deslizó por ambas vaginas coloradas provocando una intensa fricción, así como los gemidos y los alaridos de las dos guerreras. Ahora bien, a la hora de felar tan tremendo aparato desde diferentes flancos, las dificultades fueron más que evidentes. Por ejemplo, Lola Rose tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder meterse apenas el glande en su boquita de piñón.
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