A veces tendemos a ensalzar el pasado y a valorar en menor medida el presente en diferentes aspectos de nuestro alrededor, y el porno no es una excepción en este sentido. Ahora bien, encontrarse un documento bien filmado con dos ricuras sublimes, como la venezolana Agatha vega y la rumana Eve Sweet, puede borrar de un plumazo esa frase ya trillada de que cualquier tiempo pasado fue mejor, al menos durante la duración de este sugestivo metraje equis. Y es que estamos hablando de dos criaturas hermosas a rabiar, y que además transmiten unas buenas dosis de ardor y entusiasmo durante sus polvos filmados.
En este caso, la escena se centra en un cuarteto reunido por una de las productoras referentes del glamcore, Vixen, que recurre a ambas musas del folleteo filmado para suerte del español Alberto Blanco y del ucraniano Matthew Meier, que se trajinan a ambos monumentos en un selecto destino vacacional, como suele ser frecuente en dichos estudios, muy dados a mezclar el porno con los ambientes distinguidos. Dicha mezcla en pantalla no queda nada mal, al menos a nivel visual y estético.
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