El dolor y el placer han sido históricamente considerados como opuestos. Aunque es evidente por la cantidad de vídeos que hemos visto de carácter sádico en esta web apunta a que ambos tienen muchas similitudes. Recientes estudios han demostrado el importante papel de la dopamina en la modulación tanto del dolor como del placer, algo que la medicina ya intuía cuando definió la algolagnia para referirse al placer sexual relacionado con las sensaciones dolorosas, esto es, al erotismo provocado por el dolor. O poniendo un ejemplo más visual: ¿cómo es posible que de un doloroso tatuaje en el coño se pueda eyacular una explosión de squirt en la cara del tatuador?
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