No es la última escena de Lana Sharapova para Dogfart junto al legendario Prince Yahshua (de hecho es la primera que hizo hace unas semanas) pero sí la mejor, y de largo. La escena gira en torno al engaño, esto es, la manida treta de pedir una pizza a domicilio y esperar al repartidor en pelotas da un giro aquí la mar de curioso, primero porque la repartidora es ella y segundo porque los que esperan ni son mujeres ni están desnudas; son dos negrazos (el segundo, poca broma, es Isiah Maxwell) con más hambre de coño que de pizza.
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