A veces en el porno se producen pequeños gestos muy habituales por los que el espectador desarrolla cierto morbo especial, cierta preferencia. Uno de ellos es ese momento en el que un trío con dos mujeres y un hombre, justo cuando el tipo va a liberar su carga, una de las pornstars dirige la polla hacia el rostro de su compañera como si se tratase de un jugueteo veraniego con una manguera de agua fresca. Es un movimiento glorioso, sensual y generoso: un compartir el fruto mismo del placer o quizá un «bébetelo tú que a mí me da la risa». Hoy hemos encontrado una recopilación que precisamente reúne momentos de este tipo.

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