Hoy sí, que sí: tras algunas semanas de excepciones algo románticas hablando de damas que no se ajustaban al perfil pero tenían algo especial, hoy volvemos de nuevo al aprecio por la carne y la curva de antaño. Rosemarie Hillcrest fue una de las dos partes de una batalla silenciosa que se libró en Playboy hace muchos años: se discutía sobre quién tenía el pecho más grande en la historia de las Playmates, y la bella Rosemarie perdió ante la imponente delantera de Janet Lupo incluso a pesar de que las matemáticas estaban de su parte. El contorno de Hillcrest era mayor y el aspecto de su cuerpo, creo, difícil de ignorar.
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