A pesar de su exótico nombre y apellido, Melba Ogle nació en plena Segunda Guerra Mundial en un pueblecito de Wyoming de 60.000 habitantes llamado Cheyenne. Al alcanzar su juventud empezó a realizar trabajos como modelo gracias a su figura armoniosa, su melena rubio oscuro y su sonrisa blanca de anuncio que le valieron ganar algunos certámenes de belleza. En 1964 la revista Playboy se cruzaría en su camino y allí empezaría su carrera como pin-up posando desnuda para varias publicaciones masculinas para acabar trabajando de camarera en uno de los clubes de Playboy. En la actualidad, a sus 74 años, Melba vive con su marido de toda la vida en Las Vegas y tiene un negocio de chapas y pins personalizados.
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