Muchos conocéis la fabulosa saga sexploitation de Ilsa, la implacable comandante de las SS que controlaba un campo de exterminio en la primera película, La loba de las SS, y se iba de viaje por el mundo en las otras tres secuelas. Tras el férreo personaje se encontraba Dyanne Thorne, una norteamericana de físico alho más que imponente en el que contrastaba su cuerpazo —particularmente sus pechos perfectos y naturales, talla 37D— con su eterna cara de cincuentona, a pesar de que cuando encarnó por primera vez a Ilsa solo tenía treinta años. Inolvidable.

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