Si nos ceñimos a los estándares de belleza actuales que dicta el porno, el nombre de Christy Mack debería estar por encima del resto: culo y tetas de perfectas proporciones en un cuerpo —no menos proporcionado— plagado de tatuajes. Si a esto le sumamos una inspiración descomunal para el sexo duro ya tenemos el arquetipo perfecto de felatriz del S.XXI. Hoy vuelve a Orgasmatrix con una escena a la altura de su protagonista, la segunda de «Whore’s Ink», en la que deja seco al bueno de Jordan Ash.
Este post ha sido publicado por Fogardo. Ahora tú también puedes compartir con la comunidad de Orgasmatrix tus propias noticias, reseñas, o cualquier hallazgo pornográfico que consideres interesante.
Comentarios