L’origine du monde, de Gustave Courbet
Quien más quien menos, todo el mundo conoce El origen del mundo, ese cuadro de Courbet que fue considerado pornografía y oculto durante más de un siglo: un coño peludo y al descubierto como símbolo del origen de la vida. Hace poco la artista Deborah de Robertis realizó una performance que consistió en desplazarse hasta el Mudeo d’Orsay en París, sentarse junto al cuadro y mostrar al mundo su coño bajo el título Espejo del origen. Irónicamente, parece que no estamos tan lejos de 1866: el vídeo ha sido censurado en varios sitios.
Mientras posaba, Deborah recitó el siguiente poema:
Yo soy el origen,
yo soy todas las mujeres.
No me has visto,
quiero que me reconozcas.
Virgen como el agua creadora de esperma.
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