Detrás de Jada Kai hay una curiosa historia, como suele ocurrir con cierta frecuencia con algunas estrellas del porno. Y es que esta hermosa mujer de rasgos asiáticos se dedicaba al patinaje artístico sobre hielo y consiguió estar entre la élite durante años. “Me encantaba estar en el hielo y mirar las caras de la gente y ver sus reacciones”, dijo al respecto.
En torno a una década después, Jada decidió seguir emocionando al público, pero esta vez a través de una cámara web luciendo palmito. Más tarde incursionó en el porno amateur, y luego, de la mano de Asa Akira, contactó con Mark Splieger y dio el salto al porno profesional. Ahora ya no se desliza sobre las pistas, sino que son los miembros de sus amantes los que se deslizan por su coño prominente generosamente lubricado, lo que da a entender que disfruta tanto en las pistas de hielo como en ambientes más tórridos.
Comentarios