Desde hace algunos años la productora checa Czech AV se ha erigido como uno de los generadores de contenido pseudoamateur más interesantes de la industria europea por un motivo evidente: la apuesta por fantasías sexuales multitudinarias llevadas a cabo por una mezcla de profesionales del porno y participantes totalmente amateur de ambos sexos. El resultado son orgías caseras como en Home Orgies o masivas como en Mega Swingers donde todo tiene cierto aire de autenticidad que otras escenas similares no pueden imitar.
La nueva fantasía que Czech está poniendo en práctica se titula Czech Harem y es una importación directa de un tipo de gangbangs inversos muy populares en el mercado japonés. La idea no es nada habitual en occidentes: gangbangs donde la cantidad de mujeres es enorme, entre una docena y una treintena, y un solo hombre ejerce un papel pasivo. Las escenas son siempre suaves, pero tienen cierto componente humillatorio en el que las señoritas (en este caso de todo tipo: jóvenes y viejas, bellas y no tanto) juguetean perversamente con el tipo en una especie de degustación sexual rebosante de morbo.
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