La colaboración entre el británico Keiran Lee y la productora Brazzers lleva muchos años funcionando, y es su rabo y su química con las mujeres uno de los mayores culpables de que la compañía sea de las más conocidas del mundo. Ahora que MindGeek es propietaria de casi toda la industria, Keiran ha empezado a diversificar participando en rodajes de otros estudios hermanos como Digital Playground, pero su compromiso con Brazzers sigue intacto y de hecho hace unas semanas rodó la que es su escena número 1.000 en la compañía, una auténtica barbaridad. Para celebrarlo, Chanel Preston, Jasmine Jae y Nina Elle se van a dar un gangbang inverso de los que a él le gustan, no sin antes regalarle una sorpresa en forma de aperitivo: mamadas de un montón de pornstars entre las que están Tiffany Doll, Holly Heart y Krissy Lynn, todas dispuestas a felicitarle.
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