Hoy recuperamos una escena antigua, de febrero de 2012, pero con un altísimo valor pornográfico. No es que se trate del polvo más salvaje, sino más una cuestión de nombres: la insuperable diosa de la perfección lésbica, nuestra ya recurrente musa Malena Morgan, se topaba por primera y última vez con la que sería uno de los talentos revelación de aquel año antes de retirarse repentinamente: Jessie Rogers. Eran sus trabajos previos a la gran explosión de sexo anal, pero también antes de la operación de pecho que fue el principio del fin.

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