El otro día mencionábamos a Conor Coxxx como la versión yanqui de Jordi El Niño Polla: un perfil poco habitual de actor masculino que basa toda su fuerza morbosa en ser un tirillas con la polla grande, el tipo de profesional perfecto para enfrentarlo a mujeres de gran tamaño o de edad algo avanzada en una especie versión masculina de la teen de toda la vida: el lolito.
Hoy volvemos a él descendiendo hasta las entrañas del porno de segunda o tercera fila: protagonizado por la abuela pornográfila Sally D’Angelo (62 añazos de silicona y vicio), os traemos una estampa familiar con abuela y madre, en este caso Dani Dare, donde las reglas de la moral se van por la ventana al primer apretón hormonal.
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