En el entretenimiento la imagen lo es todo. Los artistas viven de su cuerpo y de lo que puedan realizar con él. Hollywood nos tiene acostumbrados a que sus figuras, llegada cierta edad, realicen visitas al quirófano. Un agrandamiento de senos por aquí, unos labios con colágenos por allá, narices más delicadas o culos más grandes sin necesidad de gimnasio. Todos estos procedimientos son en post de alargar la carrera unos años más, aunque en algunos casos el resultado es el contrario, se pierde toda verosimilitud en cuanto a los parámetros estéticos quedando como una sombra deforme de lo que alguna vez se fue. El entretenimiento para adultos no es ajeno a esta problemática, por el contrario, algunas actrices se someten a cirugías en sus primeros pasos con el fin de encajar en alguna estética particular o simplemente resultar más llamativa. La mayoría de las veces en que el procedimiento sea limpio será bienvenida; un claro ejemplo son los pechos de Jayden Jaymes, una maestría del bisturí que, en esta casa, siempre que se puede, se usa como la clara prueba de un trabajo bien hecho. Teniendo en cuenta que la tecnología ha avanzado en aspectos cosméticos y que la cartera que se maneja actualmente permite una buena intervención la mayoría de las operaciones deberían de ser un éxito, pero en la practica no terminan de convencer.
Sobre el caso inverso, la reducción, se ha hablado recientemente con el caso Siri ¿Qué pasa entones con los consumidores? ¿Por qué consumimos Savannah Bond, una muñeca de pies a cabeza, pero no nos convencemos con una nueva versión de Siri o Sophie Dee? La británica nos acompañada desde hace años y en sus primeros tiempos se agrando los pechos, y en estos últimos, al regresar al rubro, se retocó tanto la cara como la figura. En lo particular, y por lo que presencie en comentarios, no termina de convencer. Mi hipótesis es que conservamos una imagen de la actriz al momento de conocerla y que, al verse alterada, no nos evoca a su propia persona, sino que nos genera extrañeza. Por eso gente que conoce hoy a, por ejemplo, Lana Rhoades le parecerá hermosa pero no es así para aquellos que la siguen desde sus primeros días; no obstante, uno puede asimilar, tarde o temprano, la nueva imagen. Por ahora sigo creyendo que la Sophie Dee anterior tenía unas imperfecciones con encanto que ha cambiado por un rostro rígido y carente de gracia. Tiempo al tiempo.
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