VIDA Y MILAGROS DE LA DIPUTADA MÁS CACHONDA DE EUROPA
Cicciolina visita Barcelona, para iluminar con su sonrisa y los efluvios de su coñito ecologista las galas del 10º Festival de Cine Erótico que se celebra en La Farga de l’Hospitalet del 2 al 6 de este mes. Su vida, repleta de artes, polvos y pezones erectos, no cabe en un sólo artículo. Así que os la explicamos en dos partes. Ahí va la primera.
En Estados Unidos, los senadores tienen la mala costumbre de cargarse a las becarias y secretarias después de habérselas cepillado. Aquí, en Europa, no somos tan cutres, porque a algunas políticas les gusta tanto abrir la boca como el chocho. Y no hay chocho más chistoso y amoroso que el de Ciccolina, la decana del mete y saca mediterráneo.
Ilona Staller no nació en Italia, como podría pensarse, sino en Budapest, la capital de Hungría, el 26 de noviembre de 1955. Fue una chiquilla extremadamente precoz, tanto que a los trece añitos ya se estaba empleando como modelo publicitaria. El mercado húngaro se le hizo pequeño y enseguida emigró a Italia, dónde daría comienzo su carrera como modelo erótica, en las páginas de revistas pajilleras como Playmen.
A los dieciséis años hace sus pinitos como actriz erótica en algunos films soft. Dos años más tarde, en 1973, conoce a Ricardo Schicchi, que se convertirá en su pareja y en el máximo valedor de una carrera ascendente que la impulsará a convertirse en una de las calientapollas fílmicas más famosas del Viejo Continente. Sin embargo, su primera película de porno duro no llegaría hasta 1985, si bien, una vez metida en el ajo, no se privaría de nada, ni siquiera de engullir zurullos.
Una hembra tan aguerrida y traviesa como ella no podía atajar su talento aprisionándolo en el celuloide. Además de atravesar fronteras, su buen hacer se ha manifestado en todas la expresiones artísticas. En el setenta y tres se hizo popular como locutora de un picante programa radiofónico emitido por la emisora romana Radio Luna. Sus consejos e informaciones sobre las relaciones sexuales le acarrearon más de una denuncia por procacidad y escándalo público. Más tarde, provó también con la televisión, de modo que en 1978, ni corta ni perezosa, se exhibió en el primero de una larga lista de desnudos televisivos. En el setenta y nueve se atrevió a demostrar sus dotes como cantante grabando un LP que llevaba su propio nombre, “Ilona Staller”,. El álbum incluye once canciones, entre las que se cuenta una que también había cantado la cachondona Marilyn Chambers, “Benihana”. Su relación con la música no terminaría aquí, a finales de los setenta protagonizó un sonoro escándalo, con detención incluida, al intentar masturbarse utilizando una serpiente pitón mientras actuaba en un festival canoro emitido por la televisión italiana.
Su hermosura era apabullante y, afortunadamente, siempre se puso al servicio del amor y jamás de la guerra. Se afilio al movimiento ecologista “La Lista del Sol”. En 1987 resultaría elegida diputada, representando al Partido Radical Italiano. El éxito la impulsó a fundar “El Partido del Amor” junto a otras personalidades, como la tristemente desaparecida y guapísima felactriz Moana Pozzi. Proclamando el ecologismo y la libertad sexual, se paseó por las televisiones del continente. Así, todos pudimos verla enseñando las tetas, convirtiéndose en la eurodiputada más putona y simpática de la historia. Y de ese chocho en tecnicolor no sólo han salido fluidos discursos políticos, desde 1993 Cicciolina es madre de un hijo. Felicidades chaval, el talento lo tienes asegurado, pero cuidado con el complejo de Edipo.
Por Johnny Laputta
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