El señor Greg Lansky sigue propagando por el cosmos pornográfico un estilo que muchos entendido catalogan ya de «perfeccionista» (incluso Pierre Woodman, que representa el estilo opuesto, ha reconocido en un foro que le impacta la extraordinaria calidad de los vídeos de su compatriota), y que realmente no se puede adjetivar de otra forma. La manera en que sus escenas han encontrado el equilibrio perfecto entre el gonzo hardcore y el glamcore refinado, y sobre todo la excelsa iluminación y trabajo de ambiente sirven para sacar el máximo rendimiento estético de sus colaboradoras.
Y como lo bueno llama a lo bueno, las más bellas y exuberantes diosas de la industria están deseando trabajar en el emporio de Lansky, su bestia de tres cabezas: Blacked, Tushy y la recién nacida Vixen. En la segunda, especializada en sexo anal, estuvieron hace poco dos señoritas increíbles: una es Keisha Grey, superestrella de cuerpo natural y demoníaco, y la otra es Leah Gotti, sensación emergente que va camino de situarse al mismo nivel. Y junto a ellas, un Jean Valjean que está envejeciendo como un actor de Hollywood y que ha vuelto a la actualidad del porno con más fuerza que nunca.
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