Hace algunos años una bonita joven que se hacía llamar Chloe Lamb empezó a colgar en la red algunos de los vídeos que grababa con su novio. Su nombre empezó a sonar entre los consumidores de pornografía casera y en vista del éxito la damisela siguió brindando material que hacía del mundo un lugar mejor. En algún momento, no obstante, la bella Chloe consideró que era momento de abandonar la fiesta y llevarse el Scattergories, arrasando con todo vídeo suyo en cualquier servicio de streaming… excepto estos dos. Esto que veréis son migajas; vestigios de una deidad que anduvo entre nosotros y mantuvo a foros enteros bajo el yugo de sus curvas perfectas.
Si algún arqueólogo del porno halla nuevos restos o le apetece subir sus vídeos a algún Tube porno, que se sienta libre para compartirlos y los iremos añadiendo al post.
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