Con una Chanel Preston que lleva tres años de relación sentimental con James Deen y que ya ha estado haciendo barbaridades en sitios como Kink y Legal Porno se nos hace extraño verla a estas alturas rodar porno con cierta carga emocional. Y de Steve Holmes, veterano pervertido curtido en mil guarradas y conocido dominator, mucho menos. Y sin embargo aquí les tenemos en Father and Daughters #2 de Sweet Sinner, en una escena en la que interpretan a una mujer y un hombre mucho mayor que ella, un amigo de la familia, una figura paternal, reviviendo un romance furtivo décadas después de haber dejado su relación. La escena es parsimoniosa, de una intensidad latente de lento arder que compone un registro muy distinto al que estamos acostumbrados a ver en estos dos veteranos del oficio.
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