Hace unos días la pareja más famosa del porno amateur, el duo francés ganador de premios y halagos, ese tándem poseedor de un talento especial tanto en lo sexual como lo estético y conocidos con el nombre de LeoLulu publicaba una carta en la revista Medium para hacer balance de sus tres años carrera porno y todo lo que ha supuesto en sus vidas el éxito abrumador de su porno a dos jóvenes que un día quisieron mostrar su vocación sexual de manera anónima y que han acabado triturados por una fama que sigue creciendo mes a mes. Lo que sigue es una traducción libre de la carta condimentada con algunos de sus más recientes vídeos.
Hola chicos,
Es muy extraño hablar así pero ya es hora de que compartamos un poco más sobre nosotros. Hubiéramos querido hacer esto hace tiempo, pero bueno, la vida es así, estábamos ocupados y más ocupados… en fin, ¡ahora tenemos tiempo!
Así que al tema: somos LeoLulu. Ella es Leo, él Lulu, 115 vídeos publicados, 525 millones de vistas en Pornhub y, puede vez, 12 cuentas de instagram. Todavía no nos dado cuenta de cómo ha sido todo, pero aquí estamos 3 años después, con la profunda necesidad de compartir con vosotros esta experiencia que nos ha cambiado la vida.
No nos metimos en el porno como muchos de vosotros pensaréis. Solo queríamos mostrarnos con una vena exhibicionista, y excitarnos leyando vuestros comentarios sobre nuestras fotos y vídeos. ¡Nos metisteis en el porno! con vuestras bonitas palabras, comentarios alentadores y mensajes. Nos hicisteis populares y nos disteis la energía para seguir adelante. Nos encantó el feedback, la atención que recibimos, así que continuamos. Pero en cierto modo, no fue una decisión consciente. Seguimos el juego, sin darnos cuenta al principio, y todo sucedió lo suficientemente lento como para no enterarnos del drástico giro que estaba tomando nuestras vidas. No nos arrepentimos de nada de esto pero sentimos que es importante comentarlo.
En dos palabras: todo el mundo sabía lo que hacíamos. No vayas a pensar que porque no muestres tu cara no serás reconocido. Muchos de los que nos conocen nos reconocieron en los vídeos. La mayoría de las reacciones no fueron negativas y la mayoría de las veces nos vieron por simple curiosidad. Pero fue mucho para gestionar. Teníamos trabajos y estudios cuando empezamos con LeoLulu que tuvimos que dejar en suspenso después de un año porque ya no podíamos lidiar con ambas cosas. No perdimos nuestros trabajos ni nos echaron pero manejar todo se estaba volviendo cada vez más difícil para los dos. Cuando nuestros ingresos empezaron a cuadrar decidimos tomarnos un respiro de nuestras carreras y centrarnos en esta nuevaaventura. Así que, de repente, los dos trabajábamos desde casa juntos, 24 horas al día, 7 días a la semana. Lidiando con nuestras relaciones personales cuando teníamos tiempo. Incluso después de estar juntos durante años seguimos siendo dos seres humanos diferentes; con nuestras propias personalidades y visión creativa, nuestras propias -bastante diferentes, por cierto- formas de trabajar y nos llevó un tiempo y muchos ajustes encontrar el equilibrio adecuado para nuestra relación.
No malinterpretéis, ¡estamos muy contentos de estar aquí hoy! Podemos hacer lo que nos gusta y ser 100% libres e independientes. No respondemos ante nadie y sólo dependemos de nuestro propio horario. Más que eso, ahora estamos conociendo a mucha gente nueva e interesante que nos inspira y nos hace crecer. También estamos conociéndonos a nosotros mismos y a los demás un poco más cada día. Y nos damos cuenta de lo privilegiados que somos en esta situación.
No mostrar nuestra cara fue la preocupación principal para mantener nuestra privacidad. Vivíamos en París, Leo quería poder ir al gimnasio u otro lugar, sin el temor de ser reconocida por la persona equivocada. Cortar justo por encima de los labios fue una decisión estética que tomamos para diferenciarnos de otras parejas. En ese momento la gente mostraba su cara o usaba algún tipo de máscara o disfraz. Queríamos que nuestros espectadores se identificaran con nosotros. Ya nos gustaba más el porno amateur que el profesional, queríamos que el vídeo se sintiera real. Muy parecido a esos vídeos amateur que encontrábamos aquí y allá en varios webs porno, donde una pareja genuina parecía divertirse delante de la cámara. Este es el espíritu que tratamos de compartir, el porno de una pareja real con menos enfoque en los tecnicismos y más en el estado de ánimo entre las dos personas. Por eso tuvimos que dejar los labios en el encuadre. La cara hace la mayor parte de la comunicación no verbal y cortarla por completo nos haría sentir menos humanos. No podemos hablar de esto sin decir que nos sentimos un poco atascados ahora.
El no mostrar nuestra cara era para protegernos, como una manera de sumergir un dedo del pie en el agua antes de saltar. Las cosas se descontrolaron rápidamente, los espectadores se volvieron locos al ver nuestras caras y no pudimos retroceder. Pero con el tiempo, nos dimos cuenta de que necesitamos mantener alguna parte de nuestra intimidad para nosotros mismos. Para el bienestar de nuestra pareja. Aunque no podemos evitar sentirnos un poco frustrados. A veces filmamos con nuestras caras, sólo para nosotros, y fantaseamos mucho sobre el tipo de contenido que compartiríamos. Esconder los ojos sin usar una máscara es un gran inconveniente creativo. Seguro que nos divertimos jugando con ello, pero podríamos ser mucho más creativos de otra manera. La edición de vídeos se acabaría en un abrir y cerrar de ojos, podríamos hacer fotos y contenido de vídeo para nuestras redes sociales. Fantaseamos mucho con esto últimamente, así que sentimos que teníamos que compartir.
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