Dice la francesa Candy Scott, una verdadera especialista del porno duro, que ve el hardcore como un modo de vida que requiere constancia, mantenimiento y entrenamiento; algo así como viven los atletas. “El hardcore es como los Juegos Olímpicos del sexo”, concluye. Y es que esta parisina no tiene límites en lo que a sexo se refiere, solo los que impone la ley, pero dentro de la misma no hay barrera que no esté dispuesta a cruzar. Ha filmado en los rincones más calientes del mundo: desde los sets de Budapest y Praga hasta escenarios de Brasil y Colombia. Cada lugar es una nueva aventura sexual para ella, una oportunidad para descubrir nuevas formas de placer y perversión, además de ganar un buen fajo de billetes después de que les ensanchen todos sus orificios; no está de más decirlo también.
De turismo y putismo en Medellín


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