Con el hiperdesarrollado físico digno de toda una MILF, la joven Candy Manson cuenta con apenas 27 años pero se nota que sabe muy bien dónde se ha metido. Sus gestos denotan seguridad en sí misma, y es que no deben de ser pocas las experiencias vividas tras cuatro años trabajando como stripper a lo largo y ancho de Chicago antes entrar en 2005 en la industria pornográfica. Tan confiada se la ve que parece dominar la situación incluso enfrentándose a un auténtico toro de lidia del que somos fans acérrimos como el lampiño Johnny Sins.
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