Dejemos que sea el propio director, el siempre excesivo William H., el que describa lo que fue el primer blowbang de nuestra heroína: «Cali Carter mostró sus increíbles dotes para mamar pollas. Y por ello fue sumamente recompensada con una enorme descarga seminal en su cara. Le encantó. Y en cuanto a mi trabajo lo encuentro visualmante emocionante». De lo visual puedes hacerte cargo con la imagen que he puesto para ilustrar esta entrada y donde puede verse el rostro de Cali antes y después de enfrentarse al ramillete de seis pollas. Después de la experiencia la actriz aseguró que solo la industria XXX puede hacer cumplir sus fantasías sexuales más cerdas, y el blowbang, por supuesto, era una de ellas.

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