El porno de Bryan Gozzling cada vez parece más dado a las prácticas extremas y la sumisión más impactante sin llegar a aventurarse nunca en los terrenos del sadomasoquismo, o al menos no hacerlo de forma estricta. Su estilo es una mezcla interesante: dice que lleva diez años viviendo en San Francisco y que se ha creado una reputación en el porno mezclando elementos modernos, como la captación de talentos a través de redes sociales (habla de OkCupid o Tinder como si realmente fuesen proveedores de pornstars en potencia), y la forma de trabajar de gente como Rocco Siffredi, John Stagliano o Mike Angelo. Su capacidad para el hardcore brutal es incuestionable, y cuando más brilla es en su web, Hookup Hotshot, al enfrentarse a damiselas del estilo de Charlotte Sartre, esbeltas y menudas pero dispuestas a todo.
Comentarios