Debe de ser cosa de la edad o quizá de los estándares pornográficos, pero a la criticadísima intervención mamaria a la que se sometió Rebeca Linares hoy debemos sumar a otro fenómeno de la naturaleza que la cirugía ha terminado por estropear: Brooke Banner. El resultado, como veréis en una reciente escena junto al titán Lex Steele, no ha sido tan drástico como en el caso de la vasca más internacional, pero cualquier retoque resulta fatal en un par de atributos tan súmamente perfectos como los que antaño coronaban el torso de esta bella floridana.
Hay quien dirá que esos implantes son el fruto del miedo a la vejez o la gravedad, pero está claro que a sus 27 años y con un físico extraordinario Brooke no tenía motivos para temer. Y la verdad es que, aunque así fuese, comparando con escenas anteriores suyas que ya hemos publicado aquí, no sé si fue peor el remedio que la enfermedad.
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