Creo que fue en la primavera de 2016 cuando Brandi Love se atrevió por fin a rodar porno interracial y desde entonces ha repetido en varias ocasiones, a veces incluso en tríos con dos actores afro. Aquel cambio en su criterio profesional no respondía tanto a prejuicios personales como a la nueva oleada de porno con actores negros, un tipo de material que ha escapado del nicho especializado y ya es una temática muy convencional que no solo ha aumentado ostensiblemente en volumen de producción anual, sino también en la calidad técnica y estética de las escenas IR. Brandi se subió al carro que más corría, por decirlo de algún modo, y no parece arrepentida de ello. De hecho hace solo una semanas rodó su primera colaboración con Dogfart, una de las productoras que llevan publicando porno interracial desde mucho antes de su eclosión comercial reciente y una nueva amistad que es, realmente, un signo de los tiempos.
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