Le estamos haciendo un marcaje estrechísimo a la sensación libanesa Mia Khalifa, y es que además de su adorabilidad y sus medidas explosivas, siempre decimos que el hecho de que haga porno es en este caso un ejercicio de libertad individual, de liberación sexual y de empoderamiento femenino a través del dominio total de su cuerpo. Ni los zumbados de Oriente Medio que amenazan con hacer rodar cabezas, ni lo no menos locos de sus padres, acérrimos del Tea Party, ultraconservadores y que ya han declarado de público (supongo que eso es lo importante para ellos: lo que piense la gente) su total desvinculación a su propia hija.
Hoy, de la mano de Bangbros y Monsters Of Cock, la tenemos aferrada a dos rabos negros, los de Charlie Mac y Rico Strong.
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