Aquí un servidor siempre ha sido un firme defensor de las caderas como medida de belleza, al menos como valor alternativo a las tetas y los culos que vienen dominando las fantasías de todo el mundo. Hoy, con Emily Jean, una modelo de 24 años considerada «de talla grande», me vuelvo a erigir en defensor acérrimo de otra parte del cuerpo femenino a la que no se suele prestar atención pero que a veces tiene un poder de atracción irresistible: el abdomen. La de Emily es una barriga poco habitual, con volumen y con la forma ideal para armonizar con un cuerpo maravillosamente erotizante, natural y sexy sin necesidad de apostar por la firmeza o la fibra.
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