La flexibilidad de sus extremidades inferiores, en un momento durante el teasing previo en que se pone de rodillas y luego se inclina hacia atrás con las piernas hacia los lados en un ángulo aparentemente forzado, la delatan: Barbie Sins tiene alma de stripper, y la forma en que perfila sus cejas, y se maquilla y se tiñe el pelo, y sobre todo la manera en que ha esculpido su pecho en el quirófano deja claro que quiere encarnar a la sex bomb clásica de los noventa. ¡Si hasta se hace llamar Barbie! No contenta solo con eso, esta pornstar londinense también quiere demostrar su capacidad para el trabajo duro, así que hace unos días se enfrentó por vez primera al ultradotado Mandingo al que, para mayor espectáculo, permitió además entrar por su culo.
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