Hace unos días la versión francesa de Slate dio con un hallazgo que en realidad estuvo siempre al alcance de cualquiera: resulta que en su cuenta oficial de Twitter, Barack Obama sigue a varias pornstars bien conocidas por todos vosotros. Nada menos que Asa Akira, Nikki Benz o Jessica Drake son algunas de las starlets que el presidente de los Estados Unidos de América tiene en su agenda privada, esa que abre cuando le dejan solo en el despacho oval, con el ordenador delante y una caja de pañuelos en el cajón.
Obviamente su entorno asegura que no es él quien controla la cuenta oficial, sino una organización filial del Partido Demócrata que además sigue a otro medio millón de cuentas, pero lo cierto es que se hace difícil dar con una explicación creíble. Mientras tanto su gabinete de prensa ni sabe ni contesta.
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