Me consta que Bailey Brooke ya estuvo en el impermeable set de rodaje de Lubed el otoño pasado, pero aquella vez compartió escenario con otra damisela rubia como Alyssa Cole, y da la impresión de que quizá se diluyó un poco la intensidad de la escena. A veces sucede, es normal. El caso es que Bailey es una de esas muchachas que brillan mucho más y mucho mejor cuando reciben toda la atención para sí mismas, y este regreso a Lubed para echar un polvo en una piscinita inflable inundada de lubricante sirve como prueba evidente de que con Bailey, a solas, mucho mejor.
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