Aunque hace unos años nos parecía ciencia ficción resulta que escenas como esta de Cumlouder, protagonizada por Apolonia y Juan Lucho, puede que sean algo mucho más cercano de lo que pensamos. La robótica ha evolucionado tanto que los robots sexuales ya son una realidad hoy en día. No son tan perfectos, ni tan bellos, ni tan sensuales como Apolonia pero van acercándose poco a poco. El problema puede surgir si, como en toda industria, un pequeño porcentaje de esos robots sexuales salen defectuosos o más autónomos de la cuenta y empiezan a cargarse a sus dueños con sobredosis de placer sexual.
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