No es la primera vez que Anya Olsen realiza escenas interraciales, y de hecho lleva un año en que se la ha visto practicar anales bastante a menudo, algo que suele indicar que la starlet en cuestión está dando pasos adelante en cuestiones de compromiso, atrevimiento y exigencia propia. En la misma dirección va el hecho de que una pornstar acepte trabajar con Mandingo, portador del que se considera (al menos oficialmente) el rabo más grande del porno americano: es un acto de sacrificio nada fácil para muchas que la guapísima Anya (otro rostro digno de estar entre los más bellos de la industria) ha logrado llevar a cabo hace muy poco en la cinta de título muy significativo The Mandingo Challenge #2 editada por Jules Jordan.
ps: vídeo de Mandingo eliminado.
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