En su búsqueda por convertirse en una pornstar aún más completa, Anna Bell Peaks (que es de los pocos casos cuyo perfil es capaz de trascender nichos: incluso quienes la prefieren sin tatuar están cayendo rendidos frente a esa combinación de belleza, cuerpazo retocado y simpatía cercana y cálida) ya ha ofrecido sus primeras escenas anales y parece que el siguiente objetivo es dominar el arte de la mamada profunda y húmeda. En Facial Fantasy #2 de Evil Angel, Jonni Darkko la somete a una intensa prospección traqueal, y aunque Anna de vez en cuando sufre llamado gag reflex que solo logran eliminar las grandes especialistas, esta claro que a base práctica lo puede conseguir y convertirse una felatriz de primer nivel. ¡Como si no tuviese ya un montón de cualidades!
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