Nos cuesta reprimirnos y limitar la ración de Angela White a una vez por semana. La starlet australiana quizá está en uno de los mejores momentos de toda su carrera en cuanto a volumen de trabajo, y el suyo es uno de esos talentos que jamás baja el nivel: en todo su porno, el más exigente físicamente o el más sencillo y fácil en ejecución, pone siempre toda la carne en el asador. Se implica, toma la iniciativa, sonríe, echa miradas de complicidad al espectador y a su compañero y sobre todo parece disfrutar sobremanera, como se ve en esta reciente escena para Naughty America, con lo que su vida profesional le ofrece. Mayormente rabos.
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