Un día de estos vamos a hacer una recopilación de pornstars que «vieron la luz» y no solo ya no trabajan en la industria sino que hace activismo en su contra. No son pocas, curiosamente, y algunas parecen movidas por los remordimientos y los prejuicios, un mecanismo ideal para evadir la responsabilidad por tomar sus propias decisiones erróneas y trasladando la idea injusta de que no es posible trabajar en el porno y llevar una vida sana y normal.
Uno de los ejemplos más recientes es el de Angela Aspen, que en realidad se llama Jessica Neely y que afirma que el porno destruyó su vida. Como hija de un predicador, dice que siempre tuvo la inquietud de cambiar vidas y ser mejor persona, así que ahora con vídeos como este hace campaña para Fight the New Drug una organización que se autodefine como «un apasionado e innovador grupo de solucionadores de problemas que quieren marcar una diferencia en el mundo y cuya misión es llamar la atención sobre los efectos perjudiciales del porno a través de medios creativo.»
Y, a juzgar por el vídeo, parece que uno de esos medios es, irónicamente, la pornografía emocional.
Bola extra: Así trabajaba.
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