La checa Angel Wicky debutó hace ya ocho años y desde siempre nos pareció el típico caso de diosa nacida en la República Checa que, por el escandaloso nivel de belleza que sale de su país, no llegó nunca a tener el estatus y la capacidad para destacar que realmente apuntaba: guapa, voluptuosa, rubia y muy voraz en el sexo. Su progresión, eso sí, ha sido aún más interesante: a medida que pasaban los años Angel ha ido ganando peso de una forma sorprendentemente equilibrada y hoy en día, tal como atestigua este polvo para DDF Network, luce con una rotundidad deliciosa sin haber cambiado ni un poco su rostro. Siempre fue un mujerón, pero ahora le pone uno la tilde con más convicción.
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