Probablemente Jake Malone sea la mente más perversa del porno actual. Valga como ejemplo su debut para Evil Angel, en aquella degradante obra maestra del porno moderno que juntó en una misma escena a Sasha Grey y Sandra Romain, para hacerse una idea del nivel vejatorio del aclamado director. Si en aquella ocasión eran parafilias tabú como la asfixiofilia, en Fuck Dolls 7 veremos un tema tan discutido como utilizado en la pornografía de nuestros días: la mujer utilizada como un juguete. La exigencia de este tipo de escenas sólo es posible con actrices muy experimentadas, algo que tenía muy claro Malone y que le llevó a decidirse por Naomi y la alemana Annette Schwarz.
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