Se entiende que el nicho de las BBW (big beautiful women) acapara todo aquel porno protagonizado por damiselas que uno podría situar en el umbral de la obesidad, cuando no totalmente obesas de diagnóstico en mano, pero como sucede con todos los subgéneros del porno a veces las líneas se vuelven demasiado finas. Anastasia Lux, por ejemplo, es una tremenda inglesa de 29 años que con su 1,72 y sus 80 kilos de sensualidad muy pocos le negarían un buen achuchón. En algún sitio empieza el espectro, supongo, pero desde luego Anastasia, en su estado actual en sus últimas escenas para Scoreland, debería estar en el límite por abajo.
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