Viendo una de las entradas que esta web dedica a Mike Adriano, concretamente la de Mandy Muse, una musa para Mike Adriano, me he encontrado con la contestación que el usuario CumMan1980 da a la pregunta que otra lectora hace respecto a los fondos coloridos del director. Más que una respuesta se trata de un artículo publicado en Terror House hace par de años y que aborda al sumiller de culos más conocido del mundo, una crítica tan acertada y certera como divertida y original. Tanto me ha gustado que me he permitido hacer una traducción libre y aderezarla con unos cuantos vídeos que complementan muy bien el análisis del cine de Adriano. Por una vez Mike Adriano es perfectamente analizado. Ahí va.
¿Qué hace que Mike Adriano sea genial?
La música es personal pero todos estaremos de acuerdo cuando se habla de maestros. Lo mismo ocurre con la literatura. Sí, y el porno es personal e infinitamente subjetivo. Sin embargo, también existen maestros del oficio. Desgraciadamente, como sociedad, parece que creemos que la misma lógica no se aplica al triple X, cuando es más que evidente que sí. El porno no es sólo imágenes de gente follando, ni mucho menos. Igual que ocurre con el tamaño, el diálogo importa, la música importa, los decorados importan, y el color importa. Y mucho. ¿Se te ha arruinado una paja por una simple frase en el momento menos indicado? Todos hemos tenido la experiencia de preguntarnos, ¿por qué cojones están follando encima del mueble más feo de Ikea?
Cuando los amateurs están detrás de la cámara estos pequeños detalles a menudo arruinan toda una película. Pero cuando los maestros del oficio están al mando, son justamente esos mismos detalles los que pueden elevar la producción a la categoría de arte. Es cierto que los autores en el cine X son pocos pero merecen un justo reconocimiento. Hoy en día, es difícil argumentar que exista un autor más grande que Mike Adriano. Estos son los motivos.
No sólo usa el color mejor que todos los demás directores porno sino que también sabe usar el color mejor que muchos directores de cine convencional. La ropa de las mujeres en el porno se reduce normalmente a dos: negro y rojo. No me opongo a esos colores pero tienen sus limitaciones. El rojo se usa demasiado, no sólo en el porno, sino en todo: vampiros, coches deportivos, barra de labios, vestidos de noche… Nuestros primitivos cerebros lo asocian con la fruta madura. Además, las chicas ya son rojas. La carne tiene mucho rojo por todas partes especialmente en nuestras zonas erógenas. Lenguas, coños y glande: todo rojo. No hay necesidad de exagerar.
El negro, mientras tanto, no hace nada. El negro es un espacio en blanco, un vacío. Un culo en negro parece más pequeño que en otro color. En el negro, los contornos y la línea divisorias son más difíciles de distinguir. Una mujer vestida en licra negra mostrará los pezones sólo desde un ángulo. El negro es lo opuesto a la fruta madura: es fruta podrida, muerte y ofuscación. No es de alguna manera misteriosa o elegante. El porno no son los Oscars.
Zarrah Angel dando color al patio de Mike
Mike Adriano entiende todo esto como pocos. Sus colores resaltan. Las chicas usan colores de neón para llamar la atención. El verde lima, el naranja luminiscente y el amarillo primavera son colores nativos en las películas de Adriano. Puede parecer un pequeño detalle, pero esos tonos brillantes le dan una vibración a toda la producción. Los colores dan energía al set, y por lo tanto al espectador. Los actores no llevan lencería de Walmart, ropa de oficina o ridículos trajes del Corte Inglés. En su lugar, tienen tops de malla azul galáctico, leggings magenta ajustados a la piel y brazaletes amarillo canario.
Todos esos colores se acentúan por los escenarios igualmente coloridos. Adriano filma casi todas sus películas en un patio trasero rodeado de paredes blancas cubiertas de graffiti al estilo pop-art. Hay conos de helado, pastelitos, globos de cómic con los «wow» y «boom» de rigor, vegetales antropomórficos y cosas por el estilo. La coloración de todo ello puede describirse como «neón-pastel».
La casa adjunta a este resplandeciente patio es muy parecida. Arte pop en las paredes, edredones y mantas de neón y almohadas que harían sentir orgulloso a Andy Warhol. Las paredes exteriores de la casa parecen ser casi todas de vidrio, así que toda esa luz natural sigue con nosotros. No se ven sofás de cuero negro o escaleras ostentosas. En su lugar, tienes una mansión soleada decorada por Keith Haring, llena de mujeres con atuendos escogidos para agarrar tus ojos y recordarte que las marca de lápices de colores, rotuladores y tizas Crayola perdió algunas sombras.
Si ahora mismo estás flipando con lo que digo analiza un vídeo de Mike Adriano durante unos minutos. Cuando se trata del uso efectivo del color y la iluminación, este hombre está en la misma liga que Pedro Almodóvar, Michelangelo Antonioni y Jean-Luc Godard. Eso lo pone muy por encima de Jim Jarmusch, Noah Baumbach, y Francis Ford Coppola.
Karlee Grey y Angela White en Swallowed
Las películas de Mike Adriano también son pioneras en su perversión pero nunca dejan de ser cinematográficas. Las mamadas que hace están tan llenas de energía que uno hasta podría llegar a pensar que la coca que toman esas chicas es la hostia. Lo mejor es que nunca decae del ritmo. Hay pausas y la velocidad general siempre oscila, pero el ritmo intacto; unas constantes idas y venidas que me vuelan la cabeza. Los chorros y escupitajos también ayudan. ¿Crees que has visto una mamada como estas antes? Ve a ver una de las putas comepollas de Adriano y vuelve para informarme.
Todo lo anal —clara obsesión de Adriano— es también cinematográfico. Los gapes (estiramientos anales) suelen ser realizados por otra chica. Los espéculos están hechos de plástico transparente y van acompañados de luces. En las manos llevan puestos unos guantes azules con letras rosas que rezan las palabras «Gape Gloves». Si se trata de un trío, mientras una chica está de espaldas siendo sodomizada, la segunda está de rodillas, con la cabeza posada justo al lado del culo de su amiga. De esta manera se puede ver un acto sexual de cerca, y también la cara de una mujer hermosa.
Lana Rhoades se pone los guantes
Incluso las cosas más locas son siempre muy visuales. Los consoladores negros gigantes están bien, pero ¿por qué no usar un plátano en su lugar? Claro, tú o yo lo podríamos haber pensado, pero no lo hicimos, Adriano lo hizo, y luego lo filmó. Sacar un consolador negro gigante del culo de una chica está bien pero hacer que una chica saque una banana que casi ha desaparecido es magia. Se puede hacer la misma comparación para casi todos los actos marca de la casa que filma. Una chica sacando sus bolas anales y lamiéndolas es tan sugerente como cinematográfico. Pero es más sugerente aún y mucho más cinematográfico que una chica saque una magdalena de colores y se la coma. Los enemas de leche anal son muy pervertidos, y esos chorros son nada menos que cinematográficos. Sin embargo, fue Adriano quien decidió filmar el enorme culo de una chica siendo abierto y convertido en un tazón de cereales. ¿No me crees? Mira esto.
Roxy Raye es la taza de cereales
Perversión más talento cinematográfico y comprensión del color: ¿qué más se puede pedir? ¿Una trama? Tal vez, pero Adriano es puro gonzo y nunca ha pretendido ser otra cosa. Todos fingimos que queremos tramas pero no las queremos. Un argumento real llevaría demasiado tiempo, y si el montaje sólo va a ser de dos minutos, es mejor tener una entrevista pervertida que cualquier mierda del estilo: «qué guapo es el fontanero». Y las entrevistas de Adriano están a la par también.
En pocas palabras, Mike Adriano llena ese vacío en nuestros corazones y manos que llegó en el momento en que Sasha Grey cumplió su promesa de dirigir. Somos muy afortunados.
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