Aunque tenga aspecto latino, Satin Bloom es la clásica belleza checa que, pese a haber sucumbido a las tentaciones de la cirugía, sigue conservando una gran sensualidad animal, una elegancia felina. Su primera aparición por estos lares fue hace algo más de un año, con un encontronzo de tintes académicos que le robó el corazón a más de uno; y la segunda hacia el pasado mes de abril, poco después de haber pasado por el quirófano, con una de esas edulcoradas escenas de X-Art. Ambas apariciones tenían algo en común: había sexo anal. Así que en este tercer despliegue no podía falta su especialidad trasera, sobre todo sabiendo que juega en casa: Praga.
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