¿Os pasa que a veces una pornstar se os cruza y nunca termina de convenceros? A un servidor eso le sucede con Marley Brinx, una mujer guapísima y morbosa pero que tiene algo en su expresión y sus facciones que rompe la magia que se suele generar cuando uno se queda pegado a la pantalla si aparece una mujer atractiva. No obstante hay muchas pornstars que suplen este tipo de circunstancias a base de trabajo, y Marley hace ya años que es mucho más que una cara bonita o un cuerpo seductor: los anales y dobles penetraciones figuran con naturalidad en su menú semanal, y hace unos días estuvo en el territorio de Jules Jordan con Anal Extremists haciendo lo propio para convencer a los descreídos y enamorar aún más a quienes cayeron a sus pies.
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