A Joanna Angel últimamente casi la valoramos más por su capacidad para mantener en pie el emporio Burning Angel y para dar con nuevos talentos dentro del submundo alt porno, que por su trabajo frente a las cámaras. Por eso hoy es un placer volver a ver su nada desdeñable culo judío (fun fact: de jovencita trabajó como dependienta en una tienda de comida kosher) calzándose un rabo, sobre todo si es en compañía de otro ano hambriento e insaciable como el de Anna De Ville, cuasi novata de blanca tez y rosado interior.

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